Ginecomastia, un problema no tan extraño.
La ginecomastia es por definición la apariencia de “mamas similares a las de la mujer”. No es algo que no sea común, antes al contrario. Es un problema que en adultos puede llegar a afectar un gran porcentaje de hombres, en ocasiones superando el 50%.
Pueden darse casos en la adolescencia, o por casos de obesidad, pero el momento ideal para atajar el problema y tratar adecuadamente la ginecomastia es la adultez donde ya se ha desarrollado el cuerpo totalmente. Pero no todos son buenos candidatos para esa operación cuyo objetivo es el devolver el aspecto natural al pecho masculino: como se ha dicho, no es conveniente operar durante la adolescencia, así como en personas que beben alcohol de forma habitual o consumen sustancias relacionadas con el hachís, sobre todo por la tendencia al desarrollo de ginecomastia por abuso de dichas sustancias.
En el caso de obesidad no se recomienda la operación si no se han realizado previamente los esfuerzos necesarios para la pérdida de peso con los métodos adecuados dado que esta operación no resultaría de utilidad en este caso.
Es necesario tener una buena condición, estar sano y emocionalmente estable y los mejores resultados se dan cuando la piel es elástica, firme, puesto que ello hará que se pueda readaptar mejor a la nueva forma dada con el tratamiento quirúrgico.
La operación de mastectomía subcutánea por ginecomastia.
La intervención quirúrgica de mastectomía subcutánea se realiza siempre en un quirófano adecuado, de las manos de un cirujano plástico y especialista debidamente acreditado que le asesorará en todas las dudas que tenga y además le indicará cómo se va a realizar la operación y el procedimiento a seguir, el postoperatorio y las medidas a adoptar para que la recuperación sea fácil y lo más breve posible dentro de los tiempos de recuperación del cuerpo humano.
Normalmente y, como hemos dicho, previa consideración del cirujano en cuestión se realizará con anestesia general.
Lo más habitual suele ser retirar el exceso glandular con bisturí (si el motivo de la ginecomastia es ese) y acompañarlo, según consideración, de liposucción. Esto se produce mediante una incisión en zona poco visible que suele ser el reborde de la areola, y después se realizará la retirada del exceso de tejido glandular, grasa y piel. Eso en los casos más habituales. Queda siempre el caso más severo donde se realizarán intervenciones más complejas y puede haber cicatrices mayores, pero esos casos son los menos.
Después de la operación suele vendarse el tórax para que la piel se reajuste al contorno nuevo y en ocasiones se deja un tubo de drenaje que se retira al poco tiempo.