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Cirugía plástica, estética y reparadora: diferencias para comprender la especialidad.

En muchas ocasiones en este blog mencionamos el nombre correcto en este sector: cirugía plástica, estética y reparadora, para entre otras cosas, diferenciarnos siempre de aquellos trabajan marginalmente y de forma no segura ni autorizada. Ya defendimos y seguimos defendiendo en su momento que un cirujano plástico y estético tiene ante sí un trabajo de muchos años de estudio y esfuerzos para poder ofrecer lo mejor a quienes llegan a la consulta.

¿Cuáles son esas diferencias de nomenclatura?

La cirugía plástica, como bien aclara el SECPRE, es una especialidad dentro de la Medicina  que abarca dos campos de acción: la cirugía Reparadora y la Cirugía estética.

Diferencias

La Cirugía Reparadora o Reconstructiva se centra en las estructuras anómalas en el cuerpo humano que se deben a enfermedades, accidentes, malformaciones congénitas o que son derivadas de consecuencias de cirugías por cáncer o similar. Su función es, básicamente tratar de recuperar lo mejorar la función de la parte, órgano o tejido afectado.

La Cirugía Estética, por su lado trabaja el ámbito de la mejora del aspecto de las partes o estructuras normales del cuerpo con una búsqueda de un fin estético, para aumentar el atractivo físico pero también teniendo en cuenta la posible dimensión psicológica que ello puede conllevar. Es una cirugía de ámbito preponderantemente femenina pero en la que cada vez más descolla la presencia masculina que busca también adaptar la estética y sentirse realizado a través de esas mejoras estéticas.

Las operaciones más buscadas en este ámbito son las de aumento de mamas, ginecomastia masculina, otoplastia y blefaroplastia, todas ellas mejoras muy visibles de cara a un mundo en el que la proyección estética y física es importante en distintos ámbitos de actividad profesional y de gestión y búsqueda de oportunidades.

Lo que siempre recomendamos en todo lo que engloba esta profesión es que el paciente pregunte sin pudor por las titulaciones oficiales, colegiaturas y trayectoria de los profesionales en los que vaya a confiar para poder tener la seguridad de que será debidamente tratado y con las suficientes garantías.

Crece la demanda de cirugía estética después del verano.

Tras unos años de acumulación de estadísticas se ha ido observando una tendencia de tendencia de crecimiento de las operaciones de cirugía plástica y estética después de las temporadas de verano (quitando las mayor “temporada” de operaciones que suele ser en primavera, de cara a la siguiente estación).

Esto se debe a una serie de motivos:

En primavera las operaciones de cirugía plástica y estética están enfocadas a la mejora del concepto propio y del físico de cara a la estación veraniega, aquella en la que más expuesto, precisamente, está el cuerpo debido al calor. Y no son pocas las personas que con esa previsión se disponen a solicitar sus liposucciones, abdominoplastia, lifting de muslos y otras intervenciones.

Pero, después del verano también hay un incremento en la solicitud de los servicios de cirugía plástica y estética en las consultas de los profesionales. Sobre todo, y debido a las propias características del verano que ahora comentaremos, de las intervenciones faciales.

¿Por qué faciales?

Al acabar el verano la piel demuestra estrés derivado de la influencia de los rayos solares y la exposición continua. En muchas ocasiones esa exposición sin la correcta protección, puede producir la aparición de manchas en el rostro, oscurecimientos de la piel en diversas zonas y patrones.
También sucede que, desapareciendo el verano, las arrugas pueden aparecer más visibles al ir atenuándose el bronceado logrado en verano, motivo por el que el lifting también, es tan recurrido después de la estación del calor más intenso.

Igualmente, con la vuelta al trabajo, queremos tener un aspecto renovado, se ha estado en ambientes muy distintos y la vuelta a la rutina puede ser tediosa y dura. Muchas veces las operaciones de cirugía plástica y estética en su variante también de componente psicológico positivo: el aumentar la autoestima mejorando nuestro aspecto.