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La lucha contra el intrusismo

En una industria en constante crecimiento como la cirugía plástica, la confianza y la seguridad del paciente deben ser la máxima prioridad. Sin embargo, un problema de salud pública amenaza esta premisa fundamental: el intrusismo profesional. Recientemente, el diario Málaga Hoy dedicó un espacio para abordar este grave asunto, contando con la valiosa perspectiva de un especialista de amplia experiencia como es el Doctor Torres Corpas.

La entrevista, que ha resonado en el sector, no solo puso de manifiesto el problema, sino que también ofreció una visión clara y contundente sobre los riesgos y las soluciones. El Dr. Torres Corpas, con sus más de tres décadas de experiencia, no se anduvo con rodeos al definir el intrusismo. No se trata únicamente de «falsos médicos», sino también de un fenómeno más sutil y peligroso: el de profesionales sanitarios que, sin ser cirujanos plásticos, realizan intervenciones para las que no están cualificados.

«Ser médico no te convierte en cirujano plástico», afirmó el doctor, subrayando que la especialidad en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética es una de las más exigentes, con una formación rigurosa de seis años de residencia (vía MIR) tras la licenciatura en medicina. Un simple curso o un máster de fin de semana jamás podrá equiparar esta preparación.


Riesgos más allá de lo estético

 

El Dr. Torres Corpas enfatizó que las consecuencias de ponerse en manos de un intruso van mucho más allá de unos resultados estéticos insatisfactorios. La falta de conocimiento anatómico y las técnicas inadecuadas pueden llevar a complicaciones graves: infecciones, deformidades irreparables, necrosis de tejidos e incluso desenlaces fatales. Estos casos, lamentablemente cada vez más frecuentes, no solo destrozan vidas, sino que también dañan la reputación de los verdaderos especialistas.

La entrevista en Málaga Hoy sirve como un llamado de atención urgente. En un mundo dominado por la inmediatez de las redes sociales y la publicidad engañosa, es responsabilidad de cada paciente ejercer un papel activo en su propia seguridad.


La importancia de elegir bien: el camino a la seguridad

 

Desde nuestra clínica, defendemos el compromiso del Dr. Torres Corpas con la excelencia y la ética profesional. Su participación en la entrevista no solo es un acto de transparencia, sino una muestra de su dedicación a la protección del paciente.

Por ello, queremos reiterar el consejo fundamental que el doctor compartió en el artículo:

  • Verifica la titulación: Un verdadero especialista en cirugía plástica estará registrado en la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) y en el colegio de médicos de su provincia.
  • Investiga la experiencia: La experiencia en cirugía reparadora es crucial. Un especialista con un historial en hospitales públicos tiene una formación invaluable que le permite resolver cualquier imprevisto con la máxima solvencia.
  • Exige transparencia: Un profesional cualificado nunca ocultará su formación y te proporcionará toda la información necesaria sobre el procedimiento, los posibles riesgos y el equipo con el que trabaja.

En la Clínica del Dr. Torres Corpas, nuestro sello es la seguridad. Cada intervención se planifica y se realiza con el máximo rigor científico y ético, garantizando que usted está en las manos más expertas y cualificadas. La entrevista en Málaga Hoy es un testimonio más de nuestra lucha constante por una cirugía plástica de calidad, segura y, sobre todo, responsable.

Si tiene alguna duda sobre un procedimiento o sobre la cualificación de un cirujano, no dude en contactarnos. Su seguridad es nuestra prioridad.

El nuevo rostro del intrusismo: pedirle a una IA que enseñe a inyectar bótox

En los últimos años, los cirujanos plásticos hemos denunciado con insistencia el grave problema del intrusismo profesional: personas sin titulación ni formación médica que ofrecen tratamientos estéticos poniendo en riesgo la salud de los pacientes. Sin embargo, una nueva forma de imprudencia empieza a preocupar aún más: el auto-intrusismo impulsado por la tecnología.

Una reciente noticia publicada por Xataka ha puesto sobre la mesa un hecho alarmante: cada vez más personas están pidiéndole a herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT instrucciones detalladas para inyectarse bótox ellas mismas. Esto representa un nuevo nivel de irresponsabilidad que combina desinformación, desconocimiento médico y una peligrosa fe ciega en la tecnología.

El problema no es la IA en sí —que puede ser una herramienta poderosa en manos de profesionales— sino su mal uso. Lo que antes eran tutoriales en YouTube o foros anónimos ahora se ha convertido en una fuente de «consejos médicos» generados por algoritmos que, por más avanzados que sean, no pueden sustituir el juicio clínico, la experiencia quirúrgica ni, mucho menos, una consulta médica.

¿Qué riesgos implica inyectarse bótox sin supervisión médica?

Los efectos secundarios de una aplicación inadecuada de toxina botulínica van desde resultados estéticos no deseados hasta graves complicaciones médicas: asimetrías, caídas del párpado, parálisis facial, infecciones e incluso reacciones adversas que requieren intervención de urgencia.

Y lo que es aún más preocupante: quienes se lanzan a realizar estos procedimientos por su cuenta no suelen tener nociones básicas de anatomía, esterilidad ni farmacología. Confían ciegamente en las respuestas de una IA sin verificar fuentes, sin diagnóstico, sin control y sin responsabilidad legal de por medio.

intrusismo

La banalización de los procedimientos médicos

Este fenómeno no solo es una muestra más de intrusismo, sino también de cómo se está banalizando la medicina estética. Pedirle a una IA cómo inyectar bótox es tan arriesgado como buscar en Google cómo hacer una cirugía menor en casa. Y sin embargo, ocurre. Por eso, como profesionales de la salud, no podemos quedarnos callados.

Un llamado a la responsabilidad

Es urgente que tanto usuarios como plataformas tecnológicas y autoridades sanitarias entiendan los riesgos de este nuevo tipo de intrusismo digital. La medicina estética no es un juego ni un experimento. Cada rostro es único, cada organismo reacciona de manera diferente, y cada intervención debe ser evaluada, indicada y realizada por un especialista titulado.

Desde el despacho del Doctor Torres Corpas, seguiremos luchando contra el intrusismo en todas sus formas —ya sea en centros sin licencia o en algoritmos sin conciencia— porque detrás de cada rostro hay una persona, y su salud merece respeto.

 

https://www.xataka.com/robotica-e-ia/hay-gente-pidiendole-a-chatgpt-instrucciones-para-inyectarse-botox-a-mismos