braquioplastia

Braquioplastia

Braquioplastia.

 

La braquioplastia es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo mejorar el aspecto de las extremidades superiores, los brazos, eliminando el exceso de piel y de grasa, la flaccidez general, de esta parte. Hace que, tras su postoperatorio, ofrezca un aspecto más estilizado y armónico de los brazos.

Los motivos por los que nos sometemos a una operación así son varios, desde la pérdida masiva de peso, que no siempre puede eliminar ni con ejercicio esos núcleos de grasa, al exceso de piel que deja ese aspecto antiestético de piel sin tono y que resulta hasta molesta para muchas de las personas que vienen interesadas por la braquioplastia en sí.

En cuanto al procedimiento,  podemos hablar de dos tipos distintos: Braquioplastia simple y braquioplastia con extensión axilar y torácica.

La braquioplastia simple es indicada para pacientes jóvenes a las que la flaccidez cutánea se extienda solo a la cara interna del brazo.

La braquioplastia con extensión axilar y torácica es para pacientes que ya superan una edad y en la que el exceso de grasa, no ya solo la flaccidez, se extiende también a la zona submamaria y torácica.

Un buen candidato para este procedimiento es:

Adulto con, como hemos dicho más arriba, laxitud significativa en la parte interna de los brazos.

Adulto con un peso estable o sin sobrepeso significativo. En este punto se incluyen quienes se han sometido a procedimientos para perder peso y que ya estén más estabilizados. En estas pérdidas de peso significativas suelen aparecer zonas de flaccidez y piel sobrante debido al propio procedimiento. Un cirujano plástico, estético y reparador valorará la posibilidad de la intervención si es el momento oportuno para realizarla en un paciente de estas características.

Eso sí, los pacientes deben estar sanos sin condiciones de salud que puedan impedir la recuperación o que aumenten el riesgo de la cirugía y, por supuesto, no fumadores.

Es un procedimiento que no requiere hospitalización y que se realiza normalmente, con anestesia local y sedación.

Requerirá de un postoperatorio en el que será importante llevar una prenda de presión que envuelva los brazos y haga un efecto de compresión en ellos. Estos vendajes deberán permanecer en ese lugar durante 15-20 días. Este postoperatorio de la braquioplastia hará que durante los 3-6 meses las cicatrices sean más evidentes y posteriormente se aplanen y aclaren y sean más discretas con el tiempo.

En los primeros meses es recomendable no elevar los brazos por encima del hombro y se recomienda también buscar ayuda para algunas tareas que puedan envolver esta extremidad en el día a día y por supuesto abstenerse de ejercicio físico y levantar pesos.

La braquioplastia es, en definitiva, una solución para un problema estético que te hará ganar calidad de vida y mejorar la propia autoestima pero siempre, siempre, debe de estar supervisada por un cirujano plástico y estético debidamente acreditado como el Dr. Torres Corpas.