Braquioplastia

La braquioplastia es una técnica quirúrgica de cirugía plástica y estética que devuelve el buen aspecto a los brazos reduciendo de éstos la piel o grasa sobrantes que, normalmente, se da con el paso del tiempo. Aunque no solo debido a este factor, ya que una rápida y masiva pérdida de peso también produce esta flaccidez en los brazos, con un aspecto poco agradable y que tiene remedio mediante dicha técnica.

Para esta técnica se requerirá siempre la pertinente valoración de un cirujano plástico y estético debidamente acreditado, que valorará la intervención, zona y necesidades según el paciente, para, progresando todo de la forma adecuada, poder pasar a la intervención.

En ésta, bajo anestesia general, se realizará una incisión cerca de la axila, que será mayor o menor en función de la necesidad que el cirujano haya valorado.

En la operación se retirará el exceso de piel con una disección delicada para evitar lastimar vasos sanguíneos y nervios. Puede combinarse con una liposucción para eliminar la acumulación de grasa que se diera en el caso valorado.

La braquioplastia es una cirugía que varía entre las dos y las cinco horas en función de la complejidad del caso y que conlleva drenajes y vendajes para crear compresión en la zona intervenida y así controlar la inflamación.

Durante el postoperatorio de permanecer en reposo. No absoluto, pero sí evitar esfuerzos físicos y movimientos bruscos evitando así que la cicatriz sufra daños por dichos movimientos. Las molestias o posible dolor se trata con medicamentos prescritos por el médico y acabarán desapareciendo. También es aconsejable tener los brazos en alto el mayor tiempo posible durante el tiempo de recuperación.

Siendo una cirugía que crece en popularidad, la braquioplastia es, en definitiva, una solución para esas antiestéticas arrugas y también un complemento para quienes han perdido peso de forma rápida.